El laminado es un proceso que permite unir dos sustratos diferentes para obtener un tercer sustrato, más grueso y resistente, compuesto por los dos primeros. Este proceso puede realizarse tanto en materiales en hojas como en bobinas. El laminado es necesario para obtener tipos de productos acabados como las etiquetas de Dual Layer o Peel and Seal, así como cajas de cartón. El laminado de cartón, en el contexto de la fabricación de papel, consiste en pegar varias capas de papel, de diferentes tipos, para crear una hoja de cartón más resistente. Este proceso se utiliza para dar al cartón su característico perfil ondulado. Estos cartones se utilizan tanto en el transporte para proteger mercancías como en el embalaje de productos.
Para tiradas cortas, el plastificado puede hacerse por métodos manuales; para tiradas grandes, sin embargo, el plastificado se hace con maquinaria semiautomática o automática de alta velocidad.
Las máquinas más utilizadas son las de hoja a hoja, que permiten el plastificado de papel o cartón a cartón plegado o microondas. Se trata de laminadoras hoja a hoja compuestas por varios módulos, de gran precisión capaces de manipular diferentes sustratos: cartón ondulado, ondulado desnudo y recubierto, micro triple, cartón plano y laminado. En la estación de encolado, la entrada de cola es controlada automáticamente por la máquina que, en los modelos más avanzados, también está equipada con fotocélulas que señalan cualquier anomalía durante la distribución de la cola. La aplicación del adhesivo sobre el sustrato a pegar puede ser por extensión si se utilizan colas vinílicas, o por fusión en caliente si se utilizan adhesivos termofusibles.